El Gobierno prohibirá a los profesionales el pago en efectivo de más de 2.500 euros
- Los infractores se enfrentan a multas equivalentes al
25% de la cuantía
- Rajoy anuncia en el Congreso que el viernes se aprobará
el programa de lucha contra el fraude
El plan de lucha contra el fraude
fiscal que ultima el Gobierno para intentar aliviar el déficit público con más
ingresos, y que irá acompañado de la primera amnistía
fiscal en dos décadas,
incluirá la prohibición de las operaciones en efectivo superiores a los 2.500
euros para los empresarios profesionales. Esos pagos tendrán que realizarse a
partir de ahora mediante tarjeta o con una transferencia bancaria. De lo
contrario, según adelantó hoy el presidente Mariano Rajoy en el Congreso, los
infractores se enfrentarán a una multa del 25% de la cuantía del
pago.
Con esta medida, Hacienda pretende impedir la
utilización de dinero negro (sobre todo en forma de billetes de 500 euros) en
operaciones comerciales y, en el caso de las empresas, ponerles un obstáculo
para que no recurran a facturas falsas, un fraude típico que consiste en que una
empresa que tributa en el IRPF por el sistema de módulos emite una factura por
un servicio no prestado para que otra compañía pueda desgravarse el IVA que, en
realidad, no ha pagado. El plan de lucha contra el fraude que aprobará el
viernes el Consejo de Ministros pretende recaudar hasta 8.171 millones en 2012,
que ayudarán a cumplir el objetivo de déficit impuesto por Bruselas (5,3% del
PIB este año y 3% del PIB en 2013).
La medida anunciada hoy está inspirada en las
limitaciones para el pago en efectivo vigentes en Italia (1.000 euros) y Francia
(3.000 euros para profesionales y 1.500 euros para el abono de salarios), desde
2011 y 2010, respectivamente. A falta de conocer la letra pequeña, los
inspectores fiscales consideran un avance cualquier iniciativa que ponga trabas
al manejo de dinero en efectivo. “Por si sola no es la panacea, pero es una
medida positiva”, según indicaron fuentes de la Organización Profesional de
Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), que agrupa al 95% de los 1.500
inspectores. “Habrá que vigilar si el listón de los 2.500 euros es demasiado
alto o no, pero todavía es pronto”, añaden desde la asociación.
Para los Técnicos del Ministerio de Hacienda
(Gestha), ese máximo debería rebajarse hasta los 1.000 euros, como en Italia,
cuya economía sumergida podría ser equiparable en tamaño a la española. Además,
los técnicos afirmaron en un comunicado que la medida será papel mojado frente
al fraude, porque será “más rentable” pagar la sanción: “Defraudar implica
ahorrarse el pago del impuesto de sociedades (que grava hasta un 30% del
importe) y el IVA (del 4% al 18%), lo que supone un importe superior al del 25%
que deberían afrontar como máximo en caso de ser pescados por Hacienda”. Sin
embargo, fuentes de la organización de inspectores de Hacienda puntualizaron
que, una vez descubierto el fraude y pagada la multa, lo normal sería
regularizar ese dinero, con el consiguiente pago de los impuestos
correspondientes.
“Restringir las operaciones en efectivo siempre es
una buena medida de lucha contra el fraude”, manifiesta Valentín Pitch, del
Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Se trata de la primera vez que
se fijan límites al pago en efectivo en España. Hasta ahora, la lucha contra el
dinero negro se había concentrado en los controvertidos billetes de 500 euros
—suponen el 70% del efectivo en circulación— y en reforzar la vigilancia sobre
los ingresos en los bancos.
El Gobierno anunció la limitación
de los pagos en efectivo, sin concretar la cuantía, el
pasado 7 de enero, cuando presentó el plan de lucha contra el
fraude.
Rajoy ha avanzado esta medida
durante la sesión de control en el Congreso en respuesta a una pregunta del
portavoz de la Izquierda Plural, Cayo Lara, sobre
la amnistía fiscal. Al
respecto, el presidente ha matizado que no se trata de una amnistía total puesto
que las rentas que afloren pagarán un gravamen del 8% —para las empresas— o del
10% —para los particulares— y ha defendido que esta medida "tiene sentido en la
situación actual".
Así, ha insistido en que es una "medida excepcional",
que solo tendrá efectos en 2012 y que responde a un momento en que España
necesita reducir el déficit público hasta el 3 % del PIB en 2013, razón por la
que resulta "muy importante" mejorar los ingresos del Estado.
Según explicó hace unos meses la
vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en el plan tendrán gran importancia
las listas de evasores fiscales aportadas por países que han dejado de figurar
en la lista de paraísos fiscales como Andorra, Panamá y Antillas Holandesas. No
obstante, este objetivo de recaudación se sitúa por debajo del que ya está
vigente: 8.171
millones, frente a 9.400, lo que representa un descenso
del 13%.
Por otra parte, en la sesión de control, el ministro
de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado que "muy pronto" se publicará el
seguimiento trimestral del estado de ingresos y gastos de cada comunidad
autónoma en términos de contabilidad nacional, "para que haya una mayor
transparencia".
Guindos, partidario de suprimir las subvenciones a la I+D
El ministro de Economía, Luis
de Guindos, ha señalado que la inversión en investigación e innovación tiene una
"deficiencia estructural" al ser dependiente de las subvenciones que, en su
opinión, deben ser eliminadas para dar paso a la inversión privada.
En su respuesta en el pleno
del Congreso a una pregunta de la diputada del grupo vasco Arantza Tapia,
Guindos ha destacado que desde 2009 hasta 2011 se produjeron "recortes
implícitos" en I+D+i mayores que los recogidos en los presupuestos de 2012,
fijados en el 26
%.
(Noticia extraída de El País)
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