
Tras una copiosa y delicada comida típica de Bailén y su comarca en CASANDRÉS, el grupo alcanza la terraza de la Cafetería “LAS CIGÜEÑAS”, donde David, con su acostumbrado buen humor, y Alfonso, con sus chascarrillos y refranero, nos reciben con los brazos abiertos. Acomodan un par de mesas en el exterior y pedimos nos traigan algunos cafés con crema al güisqui, un par de carajillos y el resto cafés con hielo. En la sobremesa, algunos anuncian que esta será la penúltima copa, pues los cuerpos, aunque enteros, palidecen por una buena butaca y un sofá frente al televisor, en zapatillas y en ropa interior, pues nos espera una larga noche y otro día completo, y será necesario algún descanso adicional. No obstante, el ambiente en LAS CIGÜEÑAS es acogedor, casi familiar: los grupos se conocen, la gente se saluda, y aunque a diario algunos del grupo desayunan en esta cafetería, sus recomendadas tostadas de aceite con tomate y jamón, no es menos cierto que las veladas de la tarde, en torno al café o al licor, son también relajantes y agradables, siempre que uno se rodee de la gente adecuada. Quedamos con David para enfrentarnos en el próximo torneo de Pádel Ozáez...
(continuará)
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