Páginas

lunes, 4 de enero de 2010

SIN PENA NI GLORIA

Así transcurren estas Navidades en Bailén. Por un lado la crisis económica, cebada sobre todo en el sector de la construcción, nos tiene a los bailenenses ateridos, encogidos, preocupados. Por otro, la deseada campaña de recolección de aceituna 2009/2010, se esperaba cargada de ilusiones, al menos durante dos o tres meses, pero las persistentes lluvias de diciembre, las más acentuadas en una década, han postergado la fecha de inicio de la campaña casi un mes, lo que ha llevado a las familias de Bailén a tener que prorrogar su caótica situación financiera durante dicho período, sin respiro ni perdón por las entidades financieras, que son una isla en un mar de crisis y necesidades, demostrándonos que no están por la labor de ayudar a los ciudadanos a los que antaño les ponían la alfombra y le palmeaban en las espaldas. Yo al menos espero que, cuando pase esta situación, que pasará, que sepamos recordarles los duros momentos que nos están haciendo soportar con su indiferencia.
Pero es que, en nuestra localidad, hay que sumar que estas Fiestas han pasado sin pena ni gloria, sin vestigios de las fechas en que nos encontramos: sin luces indicativas y festivas, sin espectáculos culturales o deportivos, salvo el Campeonato de homenaje a Gregorio Manzano, sin acontecimientos, sin festivales, sin alternativas para los niños y para los jóvenes, ni para los adultos: cine, teatro, conciertos varios, solo una pequeña muestra de más de lo mismo y nada de lo nuevo. Ni exposiciones de pintura, de escultura, de fotografía, de arte en general, de historia en prticular, a pesar de que ya disponemos de un Museo, vacío de contenido pero Museo en definitiva. Tal vez lo que nos falta es la imaginación en nuestros gobernantes, sin hablar del dinero por el que suspiramos las asociaciones culturales, y de que nos adeuda nuestro Ayuntamiento dos años -luego quieren que organicemos actividades, ¿con qué? ¡con aire!-.
Menos mal que para los más osados y atrevidos aún nos quedan los cines Bowling de Linares, donde nos topamos infinidad de familias de Bailén, o FEDUCA en Jaén, donde volvemos a encontrarnos con otros paisanos que huyen del sopor y el aburrimiento local. O La Cabaña del Lince en Andújar, para los menores, o la cercana Sierra de Cazorla, donde contarnos historias al calor del fuego del lar.
Sin pena ni gloria ha pasado casi esta Navidad, una más, y poco hemos ofrecido a nuestros hijos y paisanos. Esperemos que el próximo carnaval, que suele reportarnos la medicina del olvido de los problemas cotidianos, tenga mejor ventura -aunque permítanme que lo dude conociendo el percal- y que las Fiestas de Julio no sean otro calco triste y paupérrimo de las últimas que vivimos. Y si alguien en voz alta nos dice que tenemos que defender lo nuestro, puesto que la vida nos va en ello, yo les digo que eso es lo que hago desde estas páginas: defender lo nuestro, y no la miseria que día a día nos va envolviendo por mor de .... Esa es otra historia que algún día, con tiempo, me comprometo a contaros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario