La tasa de nacimientos en
Bailén en el año 2018 (las últimas de las que tenemos datos) son las cifras más
bajas y preocupantes de las última décadas. Mientras la mayoría de los
conciudadanos está preocupado por la falta de limpieza en el pueblo o la falta
de una residencia de ancianos, los fríos datos de la natalidad en Bailén
predicen la triste realidad de nuestro pueblo en las próximas décadas.
¿Desaparición lenta y progresiva? ¿reducción a pequeño pueblo o aldea?
En los últimos diez años se
ha reducido casi a la mitad en número de nacimientos. Esto provocará un
envejecimiento espectacular en nuestro municipio. Se van a cerrar centros
educativos, quedando quizás un centro público de primaria y otro concertado
para toda la población. Se van a reducir (drásticamente) las partidas
económicas que tiene Bailén por población y si nada cambia de manera radical,
nuestro pueblo, tal y como lo conocemos desaparecerá.
Número de nacimientos en Bailén por año:
La tendencia sigue bajando
inexorablemente y no hay ninguna solución ni propuesta de intervención. La baja
natalidad ni siquiera forma parte de la agenda política municipal y cuando se
quiera actuar para revertir la situación será irremediablemente tarde pues las
políticas que incrementan la natalidad son a medio y largo plazo. Situación
preocupante para decenas de sectores: ropas de bebes, regalos de recién
nacidos, silletas, cunas, guarderías, cuidadoras/es de bebés, colegios,
maestro/as de infantil, primaria y secundaria, clases particulares, clubes
deportivos, ropa de deporte… dentro de no mucho tiempo las zonas de ocio
infantil de bares y restaurantes estarán obsoletas o se infrautilizarán.
Para plantear cambios
necesarios, todo pasa ejecutivamente por la industrialización del pueblo. La
falta de empleo en el municipio conduce a las generaciones jóvenes (en edad de
procrear) a buscar el futuro lejos de nuestra ciudad. Esto lastrará
drásticamente el desarrollo y la prosperidad en las dos próximas décadas.
Las políticas municipales
deberían premiar la paternidad-maternidad. Se debe favorecer imagen de la
natalidad de forma apremiante, pues se percibe o castiga la incorporación de la
mujer al ámbito laboral. Desde el ayuntamiento quizás sea desde donde más se
pueda hacer, quizás entregando cheques canjeables en los comercios locales,
bajando los precios de la guardería municipal a los padres trabajadores,
creación de guardería de tardes o por turnos para favorecer la empleabilidad de
gente joven. Bajada de tasas para jóvenes con hijos, políticas para el apoyo de
las familias monoparentales y familias numerosas.
Hacer de Bailén un pueblo
silencioso, cómodo, limpio, con infraestructuras para las familias y con una
mayor peatonalización jardines y parques, tampoco es pedir una carta de los
Reyes Magos, es solo de todo lo que Bailén carece y que ofrezca a una familia
confianza y ganas de vivir e invertir aquí.
Atentamente, Miguel Ángel Perea.
CEP General Castaños de Bailén
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