Miguel Ángel Perea, presidente de la Asociación Caecilia, y Manuel N. Ozáez, secretario, intervienen, al alimón, en el inicio de la Gala de los Premios Caecilia 2012, en el Hotel Bailén, sobre la base de este texto, improvisando.
En el año 1995, Miguel Ángel -Perea-, ni
los más optimistas podían imaginarse que la Gala de los PREMIOS CAECILIA,
cumpliera 18 ediciones. Aquella noche, en el Hotel Zodiaco, con la asistencia de
recordados componentes de BAILÉN INFORMATIVO, como Jesús de Haro, Salvador
Jordán, Manuel Cubillas o Antonio Gómez Huertas, experimentábamos una suerte de
reconocimientos necesarios para la
sociedad bailenense, de la que carecíamos, y que intuíamos se convertirían en
estandarte. En la primera edición se entregaron galardones solamente en Poesía y
en Ecología, ampliándolos en sucesivos años con el Premio a Las Letras, que
sustituyó al de Poesía, el de Ciencias Naturales, que devino en Naturales y
Sociales, el de Empresa, en sus dos modalidades, también a los Deporte, Artes,
Música, Entidades de Carácter Social, luego homenajes y uno que nos ha dado, a
lo largo de los años, algunos quebraderos de cabeza, pues nunca fue totalmente
entendido, o tal vez susceptiblemente mal interpretado -¡dejémoslo ahí!-, el BAILENENSE DEL
AÑO.
Tras 18 ediciones, podemos decir, sin miedo a
equivocarnos, que nos han ocurrido infinidad de anécdotas, imposible de
recordarlas una a una, pero que sí podemos apenas esbozar: la entrega del
BAILENENSE DEL AÑO a Gregorio Manzano, mientras el Real Madrid jugaba contra su
equipo, el Real Valladolid, que solucionamos proyectando un vídeo grabado
previamente en el Motel El Salvador. O las conexiones con Eufrasio, nuestro
presentado titular, desde México lindo, o las apariciones de Luis del Olmo para
Radio Europa. Rara ha sido la ocasión en que no se ha criticado al Premio o al
premiado, que nosotros siempre hemos combatido, desde el Jurado, con la ya
famosa sentencia de que “bendito sea el que hablen de los Premios, para bien o
para mal, pero que hablen”, pues es la señal inequívoca de que seguimos
vivos.
Momentos cruciales
han sido todos y cada uno de los premios otorgados en todas las disciplinas, pues el protagonismo
ha sido de ellos, con sus cinco minutos de gloria tras una vida de entrega,
lucha e ilusiones, ¿qué son cinco minutos en compensación?, aunque en la memoria
colectiva de los Premios estarán siempre los excelsos discursos de los Hermanos
Medina Rivilla, a quien la Asociación puso en valor para la sociedad bailenense;
o la clase magistral del arqueólogo …. Malpesa, sobre el seseo y el ceceo; o la
imagen de nuestro amigo Miguel Hernández cuando desplegó los más de diez folios
de su intervención, amena y vital, pero excesiva cuando el tiempo se convierte
en nuestro dueño y señor.
En este mismo
atril se han vertido ríos y ríos de lágrimas, no menos que las evacuadas desde
los asientos que ustedes ocupan, y que antes otros familiares y amigos ocuparon,
pues, como antes he dicho, ¿qué son cinco minutos de gloria para aquellos que
entregaron su vida, su tiempo, por los demás?
Se nos ha ido la
luz, nos hemos quedado sin sonido, el del montaje de los vídeos que no aparecía,
el tiempo que nos excedía, y el amigo Soriano hablándonos y mostrándonos una
operación de cáncer a tumba abierta, de no sé cuantos minutos, hasta que le
cortamos el sonido -fallo del directo- y
pudimos continuar la gala.
Tal vez uno de los
momentos más mediáticos, que atrajo a las cámaras de Canal Sur, y a infinidad de
medios de comunicación, fue la entrega del BAILENENSE DEL AÑO al párroco Antonio
Baeza, denominado por los medios “fray Escoba”, que curiosamente es el que más
se recuerda, pero que no ocurrió, pues, según alegó por escrito, aceptaba el
galardón, pero sus múltiples ocupaciones religiosas le impedían asistir a la
gala para la recogida de este.
Nos han
acompañado, como invitados, alcaldes de más de veinte municipios, un saludo a la
Alcaldesa de La Peza de Granada, Celia Santiago, y al de Guarromán, Antonio
Almazán, cronistas oficiales de al menos ocho municipios, diputados
provinciales, delegados de la Junta de Andalucía. Desde hace al menos seis años, los
subdelegados provinciales del Ministerio de Defensa, nuestro amigo y padrino,
don Ángel Sanz Arroyo, homenajeado en el año 2008 en esta Gala, y en la
actualidad don Cándido ….., que también nos acompaña. Concejales de pueblos
vecinos y otros más alejados pero hermanos, como Huéscar, de Granada, y la
práctica totalidad de los ediles de Bailén desde el año 1994, además de los tres
alcaldes de Bailén de dicho período, con sus luces y con sus
sombras.
Mises, gente
guapa, deportistas de élite, sabios, doctores, fiscales del Tribunal Supremo,
jueces, científicos, empresarios de éxito, entidades sociales que trabajan por
los demás, algo que en estos días se hace necesario e ineludible. Le hemos hecho
guiños a la historia en más de una ocasión, recordando a personas ilustres del
ayer, de Bailén, pero también a esa otra historia de batallas, pues nos hemos
calado hasta los huesos participando prácticamente en todas las Recreaciones y
eventos relacionados con la Batalla de Bailén de 1808, tanto dentro como fuera
de nuestras fronteras.
Como no solo de
galas vive la Asociación, se han organizado alternativamente exposiciones y
montajes de obras de arte, presentación de novelas, documentales, mesas
redondas, Valoraciones globales culturales, conciertos de música, campeonatos
deportivos, de fútbol, fútbol sala, póker, senderismo, y otras actividades de
ocio y cultura, hasta donde nos ha permitido el tiempo y nuestras maltrechas
economías.
Aunque realmente,
lo importante, lo que le ha dado sentido a la Gala de los PREMIOS CAECILIA, son
los 182 premiados que contabilizamos hasta este momento, en las distintas
disciplinas. Unos, conocidos por la mayoría de los bailenenses, otros, por razón
de su dispersión geográfica, menos conocidos, pero de los cuales la Asociación
ha presentado sus credenciales curriculares. En cualquier caso, y aceptando los
miembros del Jurado las críticas y controversias, lógicas por otra parte en este
tipo de acontecimientos, que no ocultaremos, pero que cuando han llegado han
sido de sectores minoritarios que ostentan idénticos derechos de elevar sus
voces, hemos reflexionado todos y al tiempo continuado con más fuerza y si cabe
con más ahínco, para mejorar en lo mejorable y apuntalar los aspectos que
consideramos vitales, pues nos esperan otras tantas ediciones, al menos otras 18
más.
Es hora de dejar a nuestros protagonistas, los galardonados, con sus cinco minutos de gloria, ¿no te parece, Miguel Ángel?
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