Ya huele a Semana Santa

(En la imagen las costaleras de Nuestro Padre Jesús ayer durante el ensayo en la esquina de María Bellido con la calle Real)


(RELATO FICTICIO)
Ya se ven las mujeres en corrillos. Han quedado en la cochera de una amiga que guarda el trono. Están impacientes, algunas fuman un cigarro esperando a las más rezagadas.¡Vamos nenas! Unas se ríen, otras llaman por el móvil. Algún que otro chico pasa rápido y nervioso entre tanta mujer. ¿qué hará tanta tía ahí junta? -Vamos, venga, que algunas se tienen que ir pronto dice la capataz. -SÍ, QUE LUEGO LLEGAMOS A LAS TANTAS Y YA VERÁS MI HIJA CHICA ESPERANDO PARA LA CENA.JA JA JA Risas mil, buenos momentos...-Yo casi me lo paso ahora mejor que en Semana Santa...-¡Nena! Jajaja.

Sacan el trono. Sobre sus hombros el aterciopelado y robusto varal. Suena una vieja radio que manchada de barro delata la alfarería donde algunas de ellas pintan cacharros. El altavoz suena un poco cascado pero no importa. Ahora hay que hacerse al paso y al peso. Siempre atentas de no pisar. -Al son costaleras. Pasan los coches, se paran ellas. Para algún coche, de viejo costalero, y pasan ellas, despacio al estímulo de la campana.Siguiendo el ritmo de cornetas y tambores de la cofradía del altavoz cascao.

Vamos a descansar cinco minutos para beber agua. -Dice la capataz. Alguna aprovecha para cotillear, otras dos se echan un cigarrillo. La mayoría bebe agua para recuperar las gotas de sudor que poco a poco se han ido por la nuca y por la espalda.
-La campana avisa de pronto con su toque limpio de bronce el lugar que debe ocupar cada una. Ya huele a incienso, a cera ardiente, huele a Iglesia el viento de primavera.
Ya se nota otro color en el cielo más azul, como más cercanas las estrellas.
TON TON TON. Y todas al compás vuelven a mecer el trono que se aleja lentamente con el son de una vieja radio manchada de barro.