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domingo, 19 de junio de 2022

Se acabaron las elecciones autonómicas andaluzas. La suerte está echada. Ahora queda valorar los resultados.

En mi bagaje personal la ilusión de haber apoyado a un grupo político nuevo, recién creado desde una plataforma reivindicativa, y que tiene el nombre de JAÉN en sus siglas, en su programa y en su ideario político. Que no se casa ni con las derechas ni con las izquierdas. Que huye de sectarismos y que se centran únicamente en una cuestión: Que Jaén recupere su dignidad. Que no sea, como es, ninguneada continuamente por los partidos gobernantes desde Sevilla y de Madrid. Que Jaén como marca de calidad, recupere la industria, el empleo, las comunicaciones, la cultura... en definitiva, que recupere a su gente, que gota a gota se marcha de esta hermosa provincia en busca de oportunidades que su tierra no le da. Y no es su tierra quien no le da las oportunidades, son los políticos de turno, que desde hace 40 años, salvo honrosas excepciones, han mirado siempre hacia otra parte. Y solo acudían a nosotros, a suplicarnos, cuando necesitaban nuestros votos. El resto del tiempo, nada de nada... o casi nada... salvo honrosas excepciones, que también las hay. Comentaba hoy domingo con miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, con apoderados de otros partidos y con amigos con los que me he ido encontrando en esta jornada electoral, que de las ocho provincias andaluzas, la que realmente se ha quedado atrás ha sido Jaén. Sevilla reparte el dinero y siempre se queda con la mejor parte. Málaga no necesita reparto, pero en estos tres últimos años, con Juanma Moreno, malagueño, ha pillado un buen pellizco. Córdoba y Granada, ciudades patrimonio de la Humanidad y de la cultura, no necesitaban venderse más de lo que ya están, con sus hermosos rincones, con su Mezquita, con su Alhambra -nosotros tenemos la catedral, tenemos Úbeda, Baeza, Cazorla, etc...-. Huelva y Cádiz, marineras, aunque sufriendo, sacan músculo con su industria pesquera y turística. Y Almería, a la que muchos creen olvidada, están equivocados. Es una de las provincias más desarrolladas, sobre todo por la gran cantidad de cultivo bajo abrigo, y por sus playas, que poco o nada tienen que envidiar al resto del litoral andaluz. Pero Jaén, ¡ay mi Jaén!, que olvidado nos tienen. Perdimos el plan COLCE. No nos comunican a través del A.V.E., y olvidados, llenos de polvo y telarañas, duermen cientos de proyectos ilusionantes que por falta de coraje política y financiación, han quedado relegados, en favor de otras provincias españolas y/o andaluzas. Por eso me he aliado con JAÉN MERECE MÁS, porque soy de los que pienso, firmemente, que Jaén Merece Más. Después de todo lo que ha dado esta tierra: su sangre, su sudor, no nos merecemos este trato, este desplante y estos desaires, y que se nos trate como de segunda o incluso tercera categoría. Dimos y damos nuestro sudor a través del olivo. Y dimos nuestra sangre en las Batallas de Baecula, Navas de Tolosa y Bailén, por citar algunas de las más importantes. De estas tres épocas han surgido epopeyas e historias patrias, pero aún así, seguimos siendo olvidados, como en su día TERUEL, SORIA o PALENCIA. Ya no son olvidadas, porque hay quien lucha por ellas. Ahora toca JAÉN, porque "JAÉN MERECE MÁS". Ahí os dejo algunas fotos del viernes, último día electoral, y del día de las votaciones,m para que lo disfrutemos.

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