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miércoles, 12 de julio de 2017

Artículo de Manolo Ozáez para el Programa de Fiestas de Bailén 2017, en representación de la Asoc. H. C. General Reding

"Son los últimos que se rinden, los primeros que abren fuego. Temen a la vida sin horizontes y aman la libertad por encima de todas las cosas: los llaman artilleros"

Esta frase de Manolo Ozáez, sobre obra escultórica de Antonio Miguel Troyano, y en la que colaboraron gran número de miembros de la Asociación Histórico Cultural General Reding, preside la sede de nuestra Asociación, desde la calle las Huertas, de Bailén. En el 2016 cumplía diez años de existencia el colectivo de artillería de nuestra ciudad, creado expresamente para los actos del Bicentenario de la Batalla de Baylen. Muchos son los acontecimientos, anécdotas y aventuras vividas por sus miembros, hoy ya amigos, pero poco se sabe de la historia de esta placa, de la que algún día se hablará, como la famosa placa del primer centenario, que se expone al inicio de la calle María Bellido, en honor precisamente a nuestra heroína. Es nuestra intención dejar constancia, de primera mano, de cómo surgió la idea.

En el año 2010, la Asociación Caecilia germinó y gestó la idea de celebrar el paso por nuestra ciudad, en la segunda mitad del siglo XIX, del famoso escritor danés Hans Christian Andersen, pernoctando una noche en las posadas del lugar. Este hecho, que nos llegó por mor de la investigación del amigo e historiador Jesús Ruiz de Burgos, recogido en el libro “Viaje por España”, del citado autor danés, nos permitió montar todo un acontecimiento en torno a tan fundamental hecho histórico, incluida la llegada a nuestra ciudad del entonces embajador de Dinamarca, Lars Thuesen, coincidiendo con la entrega de los Premios Caecilia, una conferencia sobre los Tercios de Flandes y la presentación oficial de la novela “Nunca supieron de qué guerra se trataba”, del autor de este artículo. Con tal motivo, se descubrió una placa en la calle Sevilla, sobre el enrejado de una vivienda particular, obra también del artista Antonio Miguel Troyano, y en la que también colaboraron, entre otros, Miguel Ángel Perea Monje, Nicolás Manuel Ozáez y Miguel Ángel Padilla.

Previamente se trabajó sobre una placa de mármol, si bien se produjeron algunos incidentes sobre el material que propició su sustitución por la actual. No obstante, dicha placa de mármol, apenas dañada en las grabaciones, quisimos recuperarla por lo que fraguó la idea de realizar una placa homenaje a la artillería que se ubicara en la recién inaugurada sede de la Asociación H. C. General Reding, encomendándose su realización al presidente de la Asociación, el citado Antonio Troyano, y asimismo encargándole al secretario de esta, señor Ozáez, la creación de varias frases que recogieran el espíritu de la artillería. Fueron al menos tres las frases presentadas a los miembros de la asociación, aunque desde un principio, la casi totalidad de los componentes de Reding, optaron por la citada "Son los últimos que se rinden, los primeros que abren fuego. Temen a la vida sin horizontes y aman la libertad por encima de todas las cosas: los llaman artilleros", que se incrustó en dicha placa, y esta, inicialmente en la parte izquierda de la entrada al edificio, lugar que posteriormente se cambió por el actual, en el primer piso, junto al estante exterior de las banderas, visible para los viandantes, e iluminado. Como he dicho antes, fueron al menos diez, los miembros que, de una forma u otra, colaboraron pegando letras, o creando formas para ubicar en el conjunto, siempre bajo la dirección de Troyano.

Posteriormente, recibí la llamada del entonces subteniente de la Guardia Civil de Bailén, don José Susi Liébanas, preguntándome si conocía la ubicación de dicha placa sobre la artillería, a lo que contesté afirmativamente, no sin manifestarle mi sorpresa. Fue entonces cuando me dijo que había recibido una llamada de un comandante de artillería de Valencia, que quería una fotografía de dicha placa, puesto que era su intención felicitar al Arma de Artillería de toda España con dicha imagen -no recuerdo bien si fue por Navidad o por otra onomástica-. Por supuesto, le remití varias fotografías de dicha placa, con su leyenda, sin tener posteriormente más noticias de este hecho.

Hace apenas dos años, volví a recibir otra llamada de un Hijo Adoptivo de Bailén, el coronel, exsubdelegado de Defensa de Jaén, don Ángel Sanz Arroyo, solicitándome que le remitiera varias fotografías de dicha placa, que suponía ubicada en nuestra sede, pues de un Cuartel de Artillería de Cádiz, ciudad en la que reside nuestro amigo actualmente, se habían interesado por el detalle de la placa, y, según me dijo, por la hermosa frase que se insertaba en la placa, pues era intención utilizarla para algún acto o evento del que no tuvimos más noticias. También, por supuesto le autorizamos a ello, orgullosos de que Bailén recorriera de norte a sur, y de este a oeste, los cuarteles y los corazones de nuestros militares artilleros... y otros que no lo son, y a los que también les ha enamorado dicha enseña.

En la actualidad, se está realizando una copia a pequeña escala de dicha placa, para donarla a la asociación hermana, la Orden de Caballeros Ballesteros de la Santa Veracruz del Rey Fernando III, que la colocaría en el rincón de la artillería, en la sede de Santa Elena, y otra réplica para donar a la Asociación de Voluntarios Reservistas de Jaén, Fernando III El Santo, entidad con la que guardamos una estrecha relación, así como otros proyectos relacionados con dicha placa, su frase y nuestra asociación, que engarce en los mejores valores de la tradición histórica y militar de nuestra ciudad, algo de lo que todos los bailenenses debemos sentirnos orgullosos.

A pesar de la anécdota de la placa de artillería ubicada en nuestra sede, la Asociación Histórico Cultural General Reding, se ha convertido en estos casi once años, en una auténtica embajadora de nuestra cultura, de nuestra historia, de nuestra literatura, de nuestro arte y de nuestra famosa Batalla, participando en más de doscientos eventos y acontecimientos por toda la geografía española, por Francia, Portugal, por Italia, creando Encuentros con Poetas, Encuentros con Reservistas Voluntarios con imposición de medallas, hermanándonos con la Orden de Caballería citada, y antes, con la Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jackets de La Coruña, y ampliando el horizonte de nuestra historia, y el inmenso círculo de amigos que hemos forjado... en mil y una batallas.




Nicolás Manuel Ozáez Gutiérrez, Secretario de la Asociación Histórico Cultural General Reding, y autor de la frase inserta en la placa citada.

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