Hacienda estudia
bajar la retención del 21% en el IRPF a los autónomos
- Los autónomos sufren la misma
retención, con independencia del nivel de renta
- Rajoy podría anunciar la medida en el debate del estado de la nación de la próxima semana - Rajoy: la reforma fiscal mejorará la tributación del ahorro y de las familias - Los módulos se limitarán a autónomos que vendan al consumidor final.
El Gobierno de Mariano Rajoy elevó en
septiembre de 2012 el tipo de retención que sufren los autónomos en el IRPF del
15% al 21%. En un primer momento, se estableció que el incremento se mantendría
hasta 2013 para bajar a partir de 2014 al 19%. Los problemas para cuadrar las
cuentas llevó al Gobierno a prorrogar la retención del 21% en 2014 y aplazar la
reducción al 19% a 2015. Sin embargo, en el marco de la reforma, Hacienda
trabaja en una modificación radical de la tributación de los profesionales
autónomos y estudia fijar un tipo de retención variable en función de los
ingresos, como sucede con los asalariados. Fuentes de la Administración
reconocen que esta idea, que propone la organización de autónomos ATA, está
siendo analizada. Si la medida supera todos los filtros, el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, podría anunciarla durante el debate del estado de la
nación de la próxima semana.
Los técnicos de Hacienda deberán
establecer qué tipos de retención se aplican en función de cada tramo. Todos los
autónomos tributan al 21% con independencia de los ingresos. El Ejecutivo no
descarta que los contribuyentes con menos rentas vuelvan a retenciones cercanas
al 15%, porcentaje vigente antes de la subida fiscal. Hoy, solo los nuevos
profesionales que se dan de alta y cumplen determinados requisitos pueden
aplicar temporalmente un tipo reducido del 9%.
Los autónomos no entienden que, cuando
las cosas iban bien, sufrieran un retención del 15% y, ahora, un tipo del
21%.
En
sentido estricto, variar el tipo de retención no supone un incremento o una
reducción fiscal. La declaración del IRPF de un ejercicio se presenta en junio
del año siguiente y, en función de las retenciones sufridas durante el año de
referencia, el resultado será a pagar o devolver. En cualquier caso, en un
contexto en que la liquidez escasea y llegar a fin de mes supone para muchas
familias un reto constante, una reducción de las retenciones aliviará la salud
financiera de muchos hogares. Para los autónomos no tiene sentido que Hacienda
les aplicara una retención del 15% cuando la economía iba a toda vela y, ahora,
cuando los contratos, los clientes y la facturación han caído a mínimos sufran
un tipo del 21%. El Ejecutivo entiende que resulta injusto dar el mismo
tratamiento fiscal a un trabajador por cuenta propia que ingresa 10.000 euros al
año que a otro que gana 60.000 euros, con independencia de que estas diferencias
sí que se reflejarán cuando se presente la declaración del impuesto sobre la
renta.
La idea que estudia Hacienda de
establecer una retención diferente en función de los ingresos del autónomo
presenta ciertas dificultades técnicas. Un asalariado, en principio, tiene ya
asignado su sueldo bruto anual y, a partir de esta información, se establece el
porcentaje que su empresa le quita de la nomina mes a mes en concepto de IRPF.
En el caso de un autónomo, los ingresos son más impredecibles. Si la medida
obtiene el aval de Hacienda, lo más probable es que se fije un tipo de retención
en función de los beneficios y facturación de años precedentes. Aunque existe un
problema por el desfase de la información fiscal. Por ejemplo, los últimos datos
del IRPF que tiene Hacienda corresponden a la declaración presentada en 2013 y
que refleja los resultados del ejercicio 2012.
CiU propondrá hoy en el Pacto de Toledo
que los autónomos también coticen en función de sus rendimientos
Esta dificultad, sin embargo, no resulta
suficientemente grave como para determinar la postura del Ejecutivo. Esa misma
complejidad técnica dificulta también la propuesta de ATA, que solicitó al
Gobierno que los autónomos cotizaran en función de sus rendimientos netos. Los
trabajadores por cuenta corriente afiliados al Régimen General de Trabajadores
Autónomos (RETA) pueden elegir su base de cotización. La mayoría opta por la
mínima. En España, según cálculos de ATA, hay en torno a 700.000 autónomos que
ganan más de 30.000 euros anuales y cotizan por una base de 10.300 euros.
Mientras que otros que no alcanzan ese umbral, abonan el mismo porcentaje a la
Seguridad Social. Por ello, ATAya reclamó a la vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría que se adecuaran los tipos de cotización a la
situación real de los trabajadores por cuenta propia. Fuentes de Empleo
indicaron en enero que estaban estudiando esa posibilidad, aunque todavía no se
ha tomado ninguna decisión.
Hoy, Convergència i Unió (CiU) llevará a
la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo una propuesta para que se forme
un grupo de expertos que analice la viabilidad de reducir las cuotas sociales
para los contribuyentes que se encuentran en los tramos más bajos. A pesar de
que Empleo ya barajó esta propuesta, todo apunta que el PP, que cuenta con
mayoría absoluta, rechazará el proyecto presentado por CiU.
Revisión
del sistema de módulos
Más allá del debate sobre los tipos de retención y cotización, la reforma fiscal que aprobará el Ejecutivo antes de primavera incluirá más cambios para el sector. Por ejemplo, Hacienda planea limitar el sistema de módulos solo para los autónomos que venden al consumidor final. Se trata de una medida para combatir la economía sumergida. La inspección fiscal considera que la tributación por módulos es un nido de facturas falsas. Los llamados moduleros pagan impuestos en función de variables objetivas como los metros cuadrados de su negocio o el consumo de energía. ¿Y por qué ello incentiva el fraude? Porque un autónomo en módulos tributa lo mismo con independencia de sus ingresos. Ello facilita la emisión de facturas falsas que otras empresas y autónomos que no tributan por módulos pueden desgravarse. Por este motivo, se plantea mantener el régimen especial solo para aquellos pequeños empresarios que venden al consumidor final.
La ley contra el fraude fiscal que
aprobó el actual Gobierno en 2012 ya limitó la aplicación del régimen. Así,
Hacienda prohibió tributar por módulos a los autónomos que facturan más del 50%
de sus operaciones a otros empresarios. Esta medida afecta a colectivos “de
mayor riesgo” como carpinteros, albañiles, fabricantes de artículos de
ferretería o de carpintería, yeseros, fontaneros o transportistas que, ahora,
deben tributar por “estimación directa”. Es decir, pagan en función de su
beneficios reales.
(Noticia extraída de Cinco
Días)
|
Páginas
sábado, 22 de febrero de 2014
Información Fiscal aparecida en la revista CINCO DÍAS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario