La edad real de
jubilación supera los 64 años por primera vez
- Más de 5.600 personas trabajan y
cobran pensión.
Hace ocho años, en 2005, en plena
expansión de la economía española, los trabajadores se jubilaban de media a los
63,6 años. El aumento del gasto en pensiones en aquel momento no era un problema
inmediato porque el empleo –y, por tanto, los ingresos de la Seguridad Social–,
crecía por encima del 3% anual y el sistema registraba superávits cercanos al 1%
del PIB.
Sin embargo, desde 2006, aunque aún no
se veía la crisis en el horizonte, los expertos ya dieron la voz de alarma sobre
el incremento de gastos del sistema de pensiones a medio y largo plazo y
empezaron los ajustes. Entre otros, se comenzó a endurecer la jubilación parcial
y se crearon incentivos a la prolongación de la vida laboral. Y uno de los
objetivos de todo esto era conseguir retrasar la edad efectiva a la que se
jubilan los españoles.
Pero esta variable es difícil de
modificar sin grandes medidas de choque. Sobre todo, sin retrasar la edad legal
de jubilación. Por ello, desde 2005 hasta ahora la edad media de retiro apenas
se ha ido retrasando unas décimas, pasando de los 63,6 años antes citados a los
63,9 en 2012, según los datos oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad
Social. Así, ni siquiera dos recesiones sucesivas han pesado lo suficiente para
que los españoles siguieran en activo.
Solo entre enero y agosto de 2013 se ha
acelerado este retraso de la edad real de jubilación hasta los 64,2 años, tras
incrementarse en tres décimas solo en lo que va de año. Esto supone, además,
superar, por primera vez, la barrera de los 64 años. En el Régimen General, al
que pertenecen ocho de cada diez cotizantes, la edad media de jubilación se ha
retrasado aún con más intensidad en el presente ejercicio, pasando de 63,5 en
2012 a 63,9 años en agosto pasado.
Según interpretan los responsables de
Seguridad Social, la nueva edad real de retiro (64,2 años) “confirma el perfil
ascendente de los últimos años al que se añade el efecto en vigor de la nueva
edad de jubilación”. Con ello se refieren a que el pasado 1 de enero entró en
vigor el retraso paulatino de la edad legal de jubilación de los 65 años a los
67 en el año 2027. De esta forma, los nuevos jubilados de 2013, si tienen menos
de 35 años y tres meses cotizados, se están ya jubilando a los 65 años y un
mes.
Además, en marzo también entró en vigor
una nueva normativa más restrictiva del acceso a las jubilaciones anticipada y
parcial. Esta última modalidad, que es la más costosa para la Seguridad Social,
porque no tiene coeficientes penalizadores en el momento de cobrar la prestación
a partir de los 65 años, ha perdido peso notablemente. Así, en 2012 estas
jubilaciones eran el 9,69% del total y en la actualidad se han rebajado al 6%.
Y, en general, la jubilación anticipada antes de los 65 años y un mes ha pasado
de ser el 42,2% el pasado año al 37% en la actualidad. De esta forma, el peso de
este tipo de retiro también baja del 40% por primera vez.
Menos peso, de momento, están teniendo
los incentivos al retraso de la edad de jubilación. Desde 2008 todas las medidas
adoptadas para ello no han logrado incrementar el porcentaje de trabajadores que
sigue en activo tras cumplir la edad de jubilación, que está estancado en el
entorno del 10%.
Más de 5.600 personas trabajan y cobran
pensión
Entre las últimas novedades aprobadas
este año en el sistema de pensiones están los incentivos a la jubilación activa
o demorada. Se trata de permitir a aquellos trabajadores con carreras de
cotización más largas (el beneficiario tiene que tener derecho al 100% de su
pensión) seguir trabajando una vez que ha cumplido la edad legal a la que debe
retirarse y, a la vez que su sueldo, cobrar el 50% de su prestación de
jubilación. Esto es, seguir trabajando recibiendo su salario completo más la
mitad de su pensión.
De momento, son fundamentalmente los
trabajadores autónomos los que están optando por seguir en activo cobrando parte
de su pensión. Así, la medida esta disponible desde marzo y a 1 de septiembre
pasado la Seguridad Social tenía contabilizados 5.629 jubilados que se han
acogido a esta fórmula, de los que más del 83% son autónomos. Esto representa
alrededor del 10% de todos los que optaban al retiro.
No obstante, quienes optan por esta
posibilidad no generan más pensión con su trabajo realizado más allá de la edad
de jubilación, ya que dejan de cotizar por contingencias comunes.
El hecho de que la mayoría sean
trabajadores por cuenta propia refleja la situación del colectivo, donde la
mayoría ha cotizado históricamente el mínimo permitido, lo que en el momento de
su jubilación repercute en las bajas cuantías de sus pensiones.
Además, tienen carreras más cortas de
cotización. De todas las pensiones vigentes de autónomos, solo el 38,3% ha
cotizado más de 35 años; frente al 71,5% de los asalariados. Si bien, esta
situación histórica de los autónomos también está cambiando, ya que entre las
nuevas altas de jubilación de estos trabajadores, los que han cotizado más de 35
años se elevan al 52%.
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lunes, 7 de octubre de 2013
(Noticia extraída de Cinco Días)
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