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miércoles, 25 de julio de 2012

Los Hermanos Malpartija... Nuestros hermanos de Guadalcazar

 


Una de las características fundamentales del proyecto cinematográfico de “Los hermanos M,alpartija” es el uso de las nuevas tecnologías en todos y cada una de las fases de la creación del cortometraje. Escribieron la historia en un ordenador, la reenviaron por e-mail, nos conocieron por Internet, contactaron con nosotros a través del teléfono móvil, publicitan todos sus eventos a través de facebook y twitter, ruedan con cámaras de última generación y montan en Nueva York las secuencias... todo un alarde de modernidad para contar una historia de traición y muerte ambientada  en los albores del siglo XIX durante la ocupación francesa y tras la guerra de la Independencia...

La financiación  del cortometraje también ha sido muy original, una velada  a cargo de los grupos musicales de la localidad que se han prestado a tocar gratis para recaudar dinero con la venta de consumiciones que enriquece este tipo de eventos. Además todo el pueblo de Guadalcázar se ha volcado completamente de alguna forma en el proyecto, tanto, que algunas veces nos decían medio en serio medio en broma que los títulos de créditos iban a durar más que el propio corto...

La productora “Desubicados” muestra ya en su nombre la deslocalización de sus miembros. Algunos de ellos están trabajando en Jaén, Córdoba, Sevilla, o incluso en New York y esta problemática se convierte en un reto a la hora de trabajar... por eso también deben tirar de Skype, un programa que facilita las teleconferencias para sus comunicaciones habituales.

¿Y qué más decir de este grupo de “desubicados”...nuestros amigos de Guadalcázar? Sólo que la experiencia de rodar con ellos fue espléndida para todos los que nos desplazamos hasta la provincia de Córdoba. Que nos hicieron sentir como si estuviésemos en casa y nos mimaron con cualquier deseo o  sugerencia que pudiéramos tener. Solo necesitaban para una pequeña secuencia unos cuantos trajes franceses y al final hubo tal grado de complicidad y confianza que no sólo les dejamos los trajes sino que fuimos allí encantados y que le hubiéramos prestado todo lo que nos hubieran pedido. Tanto que ahora somos parte de Los Hermanos Malpartija, parte de nuestros hermanos de Guadalcazar.

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