Publicado en May 16, 2011.
Ayer, al entrar en el periódico, me esperaba en el vestíbulo un señor con un impecable traje de alpaca. Se adelantó y al tiempo que me tendía su mano para que la chocara, me dijo:
-Usted no me conoce pero me he atrevido a molestarle porque creo que merezco una entrevista. Soy noticia.
-¿Y eso? –le pregunté.
-Pues verá, el otro día fui a la feria del libro y me compre una novela. Eso hace tres días y ya la he leído.
-…. (Estos puntos seguidos significan que me quedé estupefacto).
-¿No me diga usted que hoy día leer un libro no es una noticia? –continuó.
-Hombre… Está mal la lectura pero creo que no es para tanto.
-Que no. Mire, dígame usted una o dos personas de su entorno familia que hayan leído un libro.
-Bueno… Pues… No sé… Estoy intentando acordarme.
-Déle, déle vueltas a su cabeza y verá como no consigue recordar a nadie que haya leído últimamente un libro.
-Bueno, ahora está la feria y se están vendiendo muchos libros.
-Sí, pero será para regalarlos o para tenerlos en la estantería, pero no para leerlos. Yo sí he leído uno. Y no crea que es uno best-sellers de esos que se leen fácilmente, no, este es pura literatura y pura filosofía. Por eso creo que me merezco una entrevista.
-Bueno… mire… perdone… Tengo mucho que hacer –le dije haciendo gesto de ir hacia la Redacción.
-Espere. Déjeme terminar, por favor. Yo le expongo mi punta de vista y luego usted hace lo que quiere. Mire, el nivel de lectura está más bajo que nunca, digan lo que digan. La juventud ha desertado definitivamente de los libros. Los hombres, en general, están más preocupados por el próximo Madrid-Barça y todos hablan de lo mismo, como si en vez de cerebro tuvieran un balón de fútbol en la cabeza. Los abueletes dicen que para lo que les queda en el convento no van a desperdiciar el tiempo en atesorar una sabiduría que luego nadie le va a reclamar. Las mujeres son las únicas que salvan un poco el panorama. Aunque a la mayoría les gusta esos programas basura en las que se ponen de vuelta y media la Belén Esteban y compañía, hay también muchas que aún sacan tiempo para leer un poco. Coincidirá usted conmigo en que el panorama de lectura es desalentador. Los snob de la informática dicen que están los ipad esos, en los que se pueden almacenar hasta 300 o 400 libros. Pero la pregunta es… ¿quién los lee? Ahora hay una oferta grandísima para el tiempo de ocio y ya casi nadie lo utiliza para leer. Estamos jodidos. Yo no digo que debemos de leer tanto como don Quijote y quedarnos majaras, pero bueno, un libro al año no hace daño. Los lectores, se lo digo yo, somos una especie a extinguir. Así que dígame si me merezco o no una entrevista.
-Joder, creo que lleva razón. Espere que voy a por papel y lápiz. Por cierto, ¿cómo se llama?
-Alonso Quijano para servirle.
(Estén atentos porque la entrevista saldrá en los próximos días)
por Andrés Cárdenas Muñoz
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