BAILÉN INFORMATIVO: ASALTO A LA GUARNICIÓN FRANCESA DE LERMA

Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico Militar de Valencia

“LOS HOMBRES DE MERINO, ASALTO A LA GUARNICIÓN FRANCESA DE LERMA”

LERMA (BURGOS)

** 23 y 24 de Mayo de 2010 **

De la mano del concejal de cultura del Excmo. Ayuntamiento de Lerma, D. Diego Peña y organizada por la Asociación de Vecinos de Lerma y gente de otras localidades del Arlanza, se han celebrado en dicha localidad burgalesa unas jornadas dedicadas a la figura del Cura Merino y se han recreado diversos hechos que sucedieron en dicha plaza ocupada por el invasor francés.

La villa de Lerma recreó durante el fin de semana del 22 al 24 de Mayo los combates de los hombres del Cura Merino contra las tropas francesas. Es una iniciativa, según reza su programa, impulsada por los habitantes del Arlanza «para conmemorar y recrear los hechos ocurridos en esta zona durante la Guerra de Independencia», protagonizados por sus antepasados, entre ellos personajes tan ilustres como el Cura Merino o Ramón Santillán.

El Palacio de Lerma fue utilizado siempre por los franceses como acuartelamiento; desde él dominaban el camino que los conducía desde Francia hacia Madrid, con lo que la Villa Ducal se convirtió, por el continuo paso de tropas francesas, en lugar estratégico. Todo ello generó roces que desembocaron en hechos de armas, algunos de los cuales se recrearon ese fin de semana.

La Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico Militar de Valencia acudió a dicha cita con las uniformidades del 51ème d' Infanterie de Ligne y del 7eme d' Artillerie à Pied.

Como refuerzos hemos contado con los Artilleros de Aragón, grupo hermanado con nuestro grupo de Artillería enfrentándonos tanto al Regimiento de Infantería Burgos (grupo de recreación de la Asociación del Museo Militar de Burgos), como al Regimiento Arlanza a la sazón tropas guerrilleras comandadas por el Cura Merino.

Resumimos parte del diario de un oficial del 7eme d' Artillerie francés tomado prisionero tras la retirada del ejército francés de la capital burgalesa.

“21 de Mayo de 1808.

Tras los tristes acontecimientos acaecidos en la ciudad de Burgos el día 18 de abril del corriente en la que tuvimos que disolver un motín por la fuerza de las armas causando la muerte de tres comerciantes, la animadversión ante nuestra presencia en la ciudad de Burgos es cada día más palpable. Nuestros soldados tienen orden de no moverse por la ciudad solos y la retreta se ha adelantado. Los rumores del levantamiento en Madrid parece que se está extendiendo en la sombra.

Han ordenado que me desplace con mis hombres y los cañones de mi batería junto al 51éme de Ligne a la cercana ciudad de Lerma para reforzar la guarnición. También se nos une otra unidad de Artillería que han desplazado desde Zaragoza, vaya sorpresa se han llevado cuando les han ordenado moverse a estas frías tierras.

Todo este destacamento va comandado por el Coronel Lafitte. Las órdenes que ha recibido del Mariscal Moncey son las de tomar posesión del palacete de Duque del Infantado sito en Lerma. El alto Mando le ha nombrado comandante de la zona del Arlanza.

El carruaje de la esposa e hija del coronel Lafitte rompió una de sus ruedas. El coronel junto a un pelotón se ha adelantado para tomar posesión y hacer los preparativos para la llegada del resto del contingente.

Yo he tenido que mandar la escolta que protegía a la esposa e hija del coronel. Han hecho un largo viaje desde París para reunirse con su esposo. Por desgracia se han llevado un susto de muerte puesto que, cercanos a la villa Ducal de Lerma, hemos sido atacados por una partida de bandoleros. Afortunadamente en las cercanías había una unidad de húsares que se dirigían hacia La Cartuja de Miraflores y han acudido en nuestra ayuda reforzando nuestra escolta hasta Lerma. Desgraciadamente dos soldados bisoños del 51 no volverán a Francia.

A la llegada nos esperaba el coronel. La esposa del coronel Lafitte le ha contado lo sucedido a la entrada del pueblo y yo le he dado novedades. Hemos subido al balcón del Palacio Ducal. El Alcalde se ha llevado una sorpresa porque lo que hemos hecho ha sido leer un bando motivado por el ataque a nuestro convoy en la que tomaba militarmente el control de la ciudad. La bandera tricolor se ha desplegado ante la sorpresa y el abucheo de los lermeños.

El Coronel Lafitte ha organizado una cena de gala en honor de las autoridades de la ciudad de Lerma como símbolo de buena fe, todavía somos aliados de los españoles ¿No?

A esta cena de gala nos han acompañado tanto el Alcalde como Dña. Ana Wanderek, administradora de los bienes de D. Pedro Alcántara y Álvarez de Toledo, Duque de Lerma y del Infantado. Diversa nobleza burgalesa simpatizante del Emperador ha acudido al evento así como varios oficiales españoles que creo acudían con cierta desgana y desdén hacia nuestra presencia.

Ha sido curioso, en las cocinas se han enfrentado a mamporros los cocineros españoles con los de nuestro regimiento discutiendo por ver quién cocinaba mejor los platos...

La cena ha estado entretenida, no hemos dejado de cruzarnos brindis malintencionados con los oficiales españoles, con el Alcalde, con el abad... por cierto, no sé porqué siempre que hay una cena con españoles acaba apareciendo un cura gordo a comer...

De repente ha entrado al salón la guardia con un hombre detenido. Una de nuestras patrullas ha capturado a un sospechoso que había hecho caso omiso al toque de queda y que ha resultado ser uno de los atacantes al convoy de la esposa del Coronel. Ha habido un altercado con los oficiales españoles que entendían que eran ellos a los que se debía entregar el prisionero. Se ha visto incluso el brillo de los sables pero al final el Coronel no ha permitido un enfrentamiento con nuestros, todavía, aliados. Pero está decidido, el prisionero es nuestro y se le aplicará la justicia francesa, es decir, le fusilaremos al día siguiente.

Un baile de gala cerró la agitada velada...

23 de mayo de 1810

Llevamos ya dos años de guerra en España, Portugal está cada vez más lejos y los ingleses se nos resisten.

Hoy hemos tenido que apresar al alcalde por su implicación con los bandoleros que azotan a nuestras patrullas. Uno de esos bandidos, ha sido ejecutado en la plaza del Mercado. Se han producido algunos saqueos por parte de nuestras tropas. No hemos podido detenerlos. Llevan mucha tensión acumulada.

Esta tarde hemos recibido un ataque de una numerosa partida guerrillera a un convoy de suministros que venía de Burgos. El enemigo triplicaba en número a nuestras tropas, eran hombres de Merino reforzados con caballería.

Muestra artillería ha mantenido a raya la infantería enemiga mientra que el la infantería, en cuadro, a logrado retener los ataques de la caballería de Merino. Desgraciadamente, el oficial al mando del convoy, tras rechazar varios ataques, ha tenido que rendir las tropas.

Los hombres del guerrillero no han tenido clemencia con los prisioneros franceses que han acabado fusilados, incluso nuestros tambores han caído bajo los disparos de estos asesinos.

24 de mayo de 1811

Ha caído la noche y hemos oído redobles de tambores. Los hombres de Merino se dirigen a Lerma en gran número. Hemos salido del Palacio Ducal y hemos intentado contenerles en los arrabales de la ciudad, delante de la colegiata de San Pedro, pero hemos tenido que retirarnos de forma precipitada de nuevo hacia Palacio.

Hemos apostado las dos piezas de artillería en la plaza delante del Palacio de Lerma y hemos comenzado el fuego. Los españoles han empezado a caer bajo nuestros disparos, se han lanzado el suelo mientras que los del 51ème nos cubrían desde las ventanas del Palacio. Hemos agotado la munición de los cañones y nos hemos retirado al interior del Palacio.

De forma silenciosa hemos abandonado el Palacio sin ser vistos y nos hemos dirigido hacia Burgos...”

En la mañana del domingo, con la presencia de autoridades locales y de un grupo de veteranos paracaidistas, tuvo lugar un homenaje ante la tumba-monumento del Cura Merino.

La presencia de los veteranos ha dado mayor realce al acto en el que tras el discurso del alcalde de Lerma se procedió a la colocación de sendas coronas de laurel, una fue impuesta por los veteranos y la otra por un soldado francés y otro del Regimiento Arlanza.

Tras la descarga de fusilería se disparó unas salvas de artillería para deleite de los presentes.

Queremos dar las gracias a los organizadores por su atención y su trato. También a todo el pueblo de Lerma por su acogida, entusiasmo y “motivación”. Desde aquí queremos enviarles a todos muchos ánimos para que el próximo año se vuelva a repetir.