Este fin de semana se han producido varios desprendimientos de placas de mármol de fachadas, que han quedado en un susto. La primera caida tuvo lugar el pasado sábado en la fachada de un edificio de la Calle Real. No sólo se cayó un gran bloque de mármol desde un tercer piso, sino que además, en la caída arrastró a otros bloques de mármol de la misma fachada. Una niña que paseaba por allí casi sale herida de este accidente, por suerte o por intersección santa o divina el bloque cayó cerca de la niña sin que se produjera ningún rasguño.
Rápidamente la policía local y los bomberos actuaron, acordonando la zona y desprendiendo las esquirlas que se hallaban en seria amenaza de caer.
El otro desprendimiento ha ocurrido en la calle Sevilla. La piedra desprendida era un poco menor en tamaño, pero no en peligrosidad debido a la altura desde donde ha caído.
En la fotografía se observan los fragmentos de piedras resultantes de la desintegración por impacto. Parece ser que tampoco ha provocado ningún herido. Gracias a Dios.
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