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sábado, 3 de octubre de 2009

DESCORAZONADOS

DESCORAZONADOS. Así nos sentimos el 86 % de los españoles tras concederse el C.O.I. en Dinamarca la Organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2.016 a Río de Janeiro, arrebatándole el triunfo en la mismísima final a la Delegación de Madrid 2.016, y por ende a toda España.

Me comentaba esta misma tarde un alcalde de una población vecina a Bailén, mientras resolvíamos asuntos urbanísticos en su despacho, asesorados por sus técnicos municipales, que sería importante que Madrid-España fuera designada como Olímpica para el 16. Que ante la actual y salvaje situación de crisis, sería como abrir una ventana para que el aire entrara y oxigenara la estancia. Se necesitan alegrías, y si además estas traen mayor inversión en infraestructira, más construcción de estadios, instalaciones y carreteras, y en definitiva más empleo, la ilusión que este acontecimiento genera nos haría. en primer lugar olvidarnos del lacerante martirio de la crisis. En segundo, veríamos el futuro con otro color. Ya lo decía en otro artículo titulado "YO TAMBIÉN SOY ESPAÑOL", y es que los triunfos deportivos -y también organizativos-, proporcionan un plus de felicidad necesario en los tiempos que corren.

¡Qué enorme desilusión! cuando se leyó, y vimos con nuestros propios ojos, que la decisión recaía sobre Río de Janeiro, a la que en buena lid felicitamos. En principio por el excelente trabajo realizado en la elaboración de su producto. Y, ¿porqué no decirlo?: Se lo merecen, pues siendo un país rico y poderoso, con sillón propio en el G-20, no llega a despegar con el populista Lula Da Silva, como en un principio analizaban los analistas que ocurriría.

A buen seguro que la organización del Mundial de Fútbol de 2.014, y los Juegos para el 2.016 proporcionaran a Brasil un acicate económico, social y deportivo sin precedentes en Sudamérica, como experimentamos en nuestra propia piel con Barcelona 92, con los extraordinarios resultados que aún apreciamos en nuestros jóvenes deportistas, forjados en el Plan ADO y en otros planes y proyectos que incluían mejores y más preparadas instalaciones, que dieron el fruto deportivo que todos conocemos.

Es por esto a que ruego no desfallezcan aquellos que nos hicieron vivir durante unos minutos la ilusión de algo que preveíamos grande. Y les animo a que empiecen desde mañana mismo con el proyecto de candidatura para Madrid en el año 2.020, en el convencimiento de que a Madrid ya le toca, al ser la única gran capital europea que aún no habrá organizado ningunos Juegos Olímpicos y Paralímpicos.


Y un último dato: chapó por nuestros políticos, que han estado a la altura del proyecto. ¿Tan difícil sería que en el futuro coincidieran en los grandes asuntos del Estado?, como el combatir conjuntamente la crisis, luchar contra el terrorismo unidos, sin fisuras, proyectar las bases económicas, sociales y políticas para el futuro, y trabajar por la ciencia y por la cultura con mayor ahinco y codo con codo. El resto de los mortales españoles se lo agradeceríamos durante el infinito y más allá.

Voy a apagar la luz, pues los ojos se me cierran a estas horas. Como hace un par de días que acabé la tercera parte de Millenium, mañana me explayaré en una reflexión sobre el tercer libro y un resumen muy general sobre los tres tomos. Espero tener tiempo para cumplir lo prometido. Un beso olimpico para todos.

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