El cura Mariano y Don Diablo

RELATO
Cuando el cura Mariano miró el cartel con el nombre del bar no podía creer lo que estaba leyendo: Don Diablo. -Pero hombre de Dios, ¿qué nombre es ese para un bar? Le preguntó al camarero que servía carajillos a sus parroquianos.
-Padre, perdone es que mi hermano es muy aficionado a Miguel Bosé, y él le puso el nombre de Don Diablo por una canción de ese artista- dijo un poco ruborizado el camarero. -Yo aquí ni pincho ni corto, sólo trabajo de camarero, mi hermano está en Barcelona que es el dueño del bar.
- ¿Miguel Bosé? ¿y quién es ese?
- Un hijo de Luis Miguel Dominguín, el torero.
-Pues hable con su hermano a ver si le pueden cambiar el nombre a este local, que es blasfemia el nombre que le ha puesto a este negocio.
-Padre, no se enfade con mi hermano, es que se ha marchado a Barcelona por que la parienta le puso la cornamenta y por no ver más a la gachona cogió las de Villadiego, y ya por aquí no viene mucho, yo soy sólo el adminsitrador. Déjeme que le invite a un café padre.
- Que sea un sol y sombra, que el café por la mañana no me va muy bien con la digestión.
Y así desde ese día, era normal encontrarse al cura Mariano desayunando en el Don Diablo leyendo la última página de cualquier periódico deportivo...

por Miguel Ángel Perea