Hemos andado algo despistados estos días con el blog. Nos hemos sentido algo perezosos, absortos como estábamos en disfrutar de la Semana Santa por aquí y por allá. Recorriendo la Pasión de los pueblos vecinos, ya que este año ha tocado quedarse en Bailén, a diferencia de otros años en que hemos emigrado a la costa andaluza o a las Fallas de Valencia. Tal vez la crisis tenga algo que ver con ello. Pero como no hay mal que por bien no venga, han servido estos días para estar más cerca de la familia y de los amigos, para volver a recuperar el sabor de lo autóctono. Más tranquilos que en otras ocasiones, pero no menos intensos. No han faltado las películas clásicas de estas fechas, que a más de uno ha hecho añorar otros momentos lejanos -La Pasión de Cristo, Quo Vadis, Ben Hur, La túnica sagrada, Rey de Reyes-. Si bien, a falta de cines en nuestro pueblo, hemos tenido que frecuentar las salas de Linares, Jaén y Andújar, en las que coincidíamos con otros bailenenses como Paco Rodríguez Lendínez, o Paquito, "el telefonista del Ayuntamiento" etc... etc... etc... para seguir conectados con el séptimo arte. En familia pudimos ver "Bola de Dragón", que a los seguidores del manga de los años 80 no nos ha terminado de convencer, pues el paso de los dibujos animados a la ficción real del cine, no ha conseguido el efecto que deseábamos. Aquellos jóvenes que disfrutábamos con Goku, el maestro Nuten Roy, Bulma, Krilin, y demás compañeros de aventuras, hoy llenábamos los cines con nuestros hijos, procurando conectar en espíritu, que no en edad, con ellos. A la salida reconocíamos que ni unos ni otros nos sentíamos satisfechos del filme. Por eso, esperamos y deseamos que la segunda parte que se prevee, esté más lograda.
No voy a negar que también he disfrutado de "Monstruos contra Alienígenas" en la Sala Bowling de Linares, acompañando a mis hijas de 8 y 9 años, o "Fast & Furious" con Nico. La suerte para los cinéfilos es que se estrenan películas practicamente todas las semanas, por lo que la sensación de emoción por un nuevo estreno no desaparece, sino que se acrecienta.
Y a los que pudieron disfrutar contemplando al Nazareno de Jaén, el famoso "abuelo", que yo este año no pude ver, mi enhorabuena, pues de ellos será el reino de la dicha y de la pasión.
por MANOLO OZÁEZ
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