Acróstico dedicado a PEDRO ANTONIO SÁNCHEZ ANULA, Policía Nacional

PEDRO ANTONIO SÁNCHEZ ANULA

Policía más allá del valor y el compromiso,

Encrucijada de dos mundos enfrentados

Donde el universo se hizo hombre, pero en el que

Rara vez los besos, que no los panes, se multiplican.

Otros soñaron con nuevos paisajes bajo el cielo.

Antes un padre solidario, una mujer del pueblo,

Nunca vieron el mar, o pintaron un desierto

Tiznado de palmeras al viento y en silencio,

Ocres como la tierra, grises como la piel.

No fueron a luchar a otras tierras, no fueron

Indecisos a morir en otro suelo pisado

O mancillado por tantas y tantas guerras.

Solo asumieron su destino, callados, en

Aeropuertos sordos que se tornaron pesadilla.

No vieron durante días el sol y la penumbra

Cicatrizando el dolor de los odios que aún perduran.

Hay quien dice que de aquellos lodos estas penurias,

En donde un Mesías y cien profetas escucharon

Zafios tambores de batalla, estruendos, tormentas,

Anunciando un futuro incierto,

Necias contiendas entre lo claro y lo oscuro.

Unas veces alentadas por el miedo,

Las otras, resueltas por el desprecio.

Alas fracturadas de la esperanza muerta.

                                      Por Manolo Ozáez

PEDRO ANTONIO SÁNCHEZ ANULA

Pedro para los amigos, y nosotros nos vanagloriamos de serlos, ingresa en el Cuerpo de la Policía Nacional en el año 1979, siendo destinado posteriormente a Basauri, en actividades operativas, a Madrid, a Guadalajara, en el Grupo Especial de Operaciones  (G.E.O), sección de actividades antiterroristas y de seguridad, ascendido a cabo, hoy oficial de policía en el 1985. Recala en Málaga y en el 1993 asciende a Subinspector, siendo destinado a la Policía Judicial de Barcelona, y de nuevo a Málaga, ciudad que le cautiva. En el año 2003 pasa a situación de jubilado. Ha realizado, entre otros, cursos específicos de Cazador paracaidista en el Ejército del Aire, de Buceador de combate en la Armada Española, de Sanitario, de Escolta, de Especialista en el manejo de explosivos o de Policía Judicial. Destacamos varios galones de mérito, dos Cruces al Mérito Policial con Distintivos Blancos, y más de cuarenta felicitaciones públicas en su larga carrera profesional.

Pero lo que los bailenenses más recordamos de Pedro Antonio Sánchez es el episodio vivido en el año 1.986, al ser secuestrado en Beirut por el movimiento de liberación AMAL, mientras protegía en el aeropuerto libanés a miembros de la embajada española. El secuestro, que tuvo gran repercusión en la prensa nacional e internacional, duró 33 días, volviendo sano y salvo a España. Ese hecho, como tantos otros, también forma parte de la intrahistoria de Bailén, de ahí los esfuerzos de nuestras asociaciones para recuperarla del olvido.

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