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martes, 17 de julio de 2012

Últimas noticias del caso Dívar


Carlos Dívar investigaba en Marbella una delictiva organización de langostas.

Los crustáceos solían reunirse en platos de media docena



La fiscalía del Tribunal Supremo ha encontrado, finalmente, motivos más que suficientes para justificar los reiterados viajes de Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial, a Puerto Banús durante los últimos años.

Al parecer, una organización de langostas, cuyas actividades eran poco claras, ha estado actuando en la costa marbellí durante todo este tiempo, y más concretamente en determinados restaurantes y hoteles de Puerto Banús. Las langostas, según ha descubierto el propio Carlos Dívar, tenían un modus operandi similar en todos los locales donde solían reunirse. Cada grupo de crustáceos, en un número que podría llegar hasta la docena y media, era introducido por sus contactos en los acuarios de determinados restaurantes, y todos ellos permanecían en el agua observando detenidamente a los comensales hasta que identificaban a un personaje importante, tanto del mundo de la política como de los negocios, del espectáculo, o del arte. En ese momento, proporcionaban una señal a alguno de los camareros cómplices de la organización para que fueran extraídas del acuario y lanzadas enseguida sobre una plancha muy caliente, y de allí, directamente, al plato del personaje elegido.

Para no levantar sospechas, Carlos Dívar estuvo ocupando diferentes mesas, y a diferentes horas, en los mismos restaurantes durante todo el tiempo que duraron las pesquisas, y se estima que podría haber llegado a investigar hasta ochocientas langostas distintas. Se sabe también que algunas de estas langostas no sólo disponían de la colaboración necesaria para instalarse en la mesa de Dívar, sino que, en algunas ocasiones, conseguían llegar hasta la misma habitación de su hotel. A día de hoy, todavía no se conocen las causas por las que esos crustáceos se organizaban con tanta precisión para luego ser devorados sin más consecuencias.

La suspensión de las investigaciones, a causa de la denuncia de uno de los vocales del Consejo por la opacidad de los viajes de Dívar a Puerto Banús, no sólo podrían echar por la borda todo el trabajo de campo llevado a cabo hasta ahora, sino que entorpecería gravemente la otra línea de investigación abierta por Carlos Dívar en Marbella sobre las almejas de carril.


   (Nota de prensa de un colaborador habitual de B.I.)

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