Fuente de información e imagen: Diario Jaén
La mañana estaba tranquila, el sol anunciaba un excepcional primer día de primavera y, en la caseta de control del pantano del Rumblar, su encargado imaginaba otro lunes rutinario. Sin embargo, el ir y venir de un Renault 19 blanco alteró los prónosticos a las nueve y media de la mañana. El coche cruzó dos veces el aliviadero de la presa. Después, se detuvo en el carril que comunica el pantano con la pedanía bañusca de El Centenillo. Allí, aguardó unos segundos y, de repente, se desvaneció. Desapareció en las aguas del Rumblar y la quietud de la mañana se rompió definitivamente.
El servicio de Emergencias 112 movilizó a profesionales sanitarios, a la Guardia Civil, a los Bomberos de La Carolina y a la Policía Local de Baños de la Encina. En las turbias aguas del Rumblar, las marcas que los neumáticos del Renault 19 habían dejado en la tierra adivinaban el lugar en el que se encontraba el automóvil y, mientras los equipos de Seguridad esperaban la llegada del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado, que ya cubría la distancia que separa Sevilla y Baños, las conjeturas se sucedían. “¿Pero iba una persona sola o varias?”. “¿Ha sido un accidente o un suicidio?”, se escuchaba entre los grupos de curiosos, que iban “in crescendo” conforme pasaban las horas.
Alrededor de las seis de la tarde, llegaron los GEAS. Comenzaba la búsqueda. Trasladaron sus avíos a la playa del Tamujoso y, desde ahí, se dirigieron aguas abajo hasta el lugar en el que estaba sumergido el coche. Para entonces, decenas de bañuscos se congregaban expectantes en la superficie, haciendo bulto con agentes de la Guardia Civil de Linares, Baños y Bailén, guardias forestales y la Policía Judicial. El nerviosismo y la incertidumbre se podían cortar. Pero no fue hasta las siete de la tarde cuando se despejó una de las incógnitas. A cinco metros y medio de profundidad, los buzos encontraron el coche y, en su interior, el cadáver rígido de un hombre, cuya identidad se desconoce, aunque hay sospechas de que pueda tratarse de un vecino de Bailén, según pudo saber este periódico. La caída de la tarde obligó a los especialistas a suspender las tareas de rescate, que se reanudarán, hoy, a las nueve de la mañana. No obstante, para evitar que las corrientes desplazaran el vehículo, lo sujetaron con una boya a un extremo del pantano.
Mientras tanto, las Fuerzas de Seguridad investigan las causas de un suceso que ha conmocionado y hasta quebrado la tranquilidad de Baños.
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