22 de abril de 2022
La Junta ofrece ayuda para restaurar la Capilla
de la Virgen del Rosario en la Parroquia de La Encarnación
● El proyecto de conservación y restauración
tiene como objetivo evitar la pérdida de la pintura mural de esta Capilla.
● Se incluye dentro de las ayudas al
arte sacro de la Consejería de Cultura y Patrimonio.
La Junta de
Andalucía ha incluido la Capilla de la Virgen del Rosario, en la Parroquia de
La Encarnación, entre las actuaciones a realizar en la provincia dentro de las
ayudas al arte sacro de la Consejería de Cultura y Patrimonio.
La actuación de
conservación y restauración que se propone tiene como único objetivo evitar la
pérdida de un obra histórico artística de reconocida singularidad y
representatividad a nivel regional. Esto supondría la revalorización del más
importante de los bienes muebles vinculados al templo parroquial de La
Encarnación (B.I.C.), con las implicaciones culturales, educativas, sociales y
económicas que ello conlleva. El estado de conservación es pésimo. En general
el deterioro más alarmante que observamos es la pulverulencia de los pigmentos
y las sales que se pueden observar a simple vista. La humedad acelera el
proceso de descomposición de los aglutinantes, lo que provoca la disgregación
de los pigmentos y, como estadio final, su pérdida de adherencia al soporte.
Debido a este importante deterioro, se ha perdido un gran porcentaje de la capa
polícroma, ocasionando importantes lagunas en la capa pictórica, sobre todo en
la parte inferior del conjunto.
En concreto, se
propone restaurar las pinturas murales de la capilla de la Virgen del Rosario.
El proyecto de conservación redactado al efecto, por tratarse de un bien
inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, Bien de
Interés Cultural según decreto de 93/1985, de 2 de mayo, por el que se declara
a la Iglesia de la Encarnación de Bailén (Jaén) monumento histórico artístico
de carácter nacional (BOJA núm. 60, de 11 de junio de 1985), se trata de
pintura mixta de temple sobre yeso de finales del siglo XVI (1599), de la
escuela jiennense. La iconografía muestra a la Virgen del Rosario venerada por
santos y santas de la Orden de Santo Domingo. En la parte superior de la
hornacina se representa la escena principal (glorificación de la Virgen del
Rosario) rodeada por dos series de pequeñas escenas: cuatro Misterios Gozosos
(Encarnación, Visitación, Natividad, Presentación en el Templo) y cuatro
Misterios Gloriosos (Resurrección de Cristo, Ascensión de Cristo, Pentecostés,
Asunción de María). El misterio de la Coronación de la Virgen figura en la
clave, como colofón glorioso del conjunto. En la parte inferior de la hornacina
se representan otras escenas: Misterios Dolorosos y Consagración Eucarística,
probable representación de la Misa de San Gregorio (restos muy deteriorados o
prácticamente perdidos). Realmente este motivo central se relaciona con una
iconografía paradigmática en la que la Reina de los Cielos y el Niño Jesús
entregan (enseñan a rezar) el Santo Rosario a los santos fundadores de la Orden
de Predicadores, en sus dos ramas, masculina (Santo Domingo de Guzmán) y
femenina (Santa Catalina de Siena), muy difundida en Europa y América durante
los siglos XVI y XVII.
En la hornacina de
Bailén esta escena principal queda envuelta por un concienzudo mensaje
catequético sobre el valor salvífico de la oración y el sacrificio de la Santa
Misa: en los laterales figuran los Misterios Gozosos y los Misterios Gloriosos,
con la Coronación de la Virgen situada en la clave, como colofón glorioso del
conjunto; habiendo prácticamente desaparecido los pinturas de la parte
inferior, donde se situaban los Misterios Dolorosos y otras escenas sobre la
celebración de la Santa Misa en el momento supremo de la Consagración. Hasta
agosto de 1936 la pequeña capilla-hornacina figuraba cubierta o tapada por un
retablo barroco de madera, probablemente del siglo XVIII, destruido durante la
Guerra Civil, junto con la imagen de vestir de la Virgen del Rosario. Al
finalizar la Guerra Civil, con la rehabilitación del templo, se redescubrieron
las pinturas murales fechadas en 1599, quedando desde entonces expuestas al
público.
El espacio de la
capilla-hornacina se ha venido utilizando para enmarcar la exposición al culto
de diferentes imágenes religiosas. En 1972, con ocasión de la consagración del
nuevo retablo mayor del templo, la primitiva capilla de la Virgen del Rosario
fue rehabilitada como nuevo Sagrario o “capilla del Santísimo”, según el
proyecto definitivo del escultor Francesc Carulla i Serra, fechado en marzo de
1971. Para esta intervención se planificó la restauración de las pinturas
murales, que entonces se imputaban de estilo gótico, pero no pudieron
ejecutarse.
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