En el epistolario que mantenemos con su viuda, Natalia Turrón, que vendrá a recoger el Premio y Homenaje, en la gala a celebrar en el Hotel Zodiaco, le referimos que, en palabras del propio poeta, entre copa de vino y copa de vino, nos confesó que aún no tenía dedicada a su nombre una calle, una plaza o una avenida, ni en su Sevilla de adopción, ni en Bormujos, donde residía, ni en otro lugar. Sí nos confió que, al menos, tenía dedicada una palmera en Sevilla, de lo que se sentía muy orgulloso.
Aquí, en Bailén, disfrutamos de su amena y divertida compañía en marzo del 2014, en el transcurso del 1º Encuentro con Poetas, que organizaron conjuntamente la ASOCIACIÓN CAECILIA y la Asociación Histórico Cultural GENERAL REDING, y en el que se le impuso la Medalla Conmemorativa del Bicentenario de la Batalla de Bailén, que él, durante los dos días que permaneció en Bailén, lució con orgullo, incluso hacía gala de que sus dos amigos "mosqueteros", aún no la habían recibido, a pesar de su importancia literaria, y que no dudaba que cuando se la mostrara, sentirían una sana envidia de tal distinción.
A resultas de dichos escritos, nos contesta su viuda, Natalia Turrón, con un escrito personal que le ha dirigido el poeta Rafael Roblas, y que nosotros, íntegramente insertamos en este blog.
"Estimada Natalia:
Nuevamente te contesto más tarde de lo que debiera, aunque ya sabes que el
refranero apunta que ningún retraso puede ser considerado como tal si la dicha
resulta buena. En primer lugar, te diré que me alegró saber que las dos cartas
que te remití del archivo epistolar de Montesinos te agradaron tanto. Nada
tienes que agradecerme por el envío, porque lo que esté en mi mano...
Pero dejándonos de cumplidos, quiero ir al grano y satisfacer así tu
curiosidad respecto a la "palmera de Cózar". Corría el año 1995. Yo no pude
estar presente en aquel acto, impedido por diversas obligaciones académicas,
pero no me cabe la menor duda de que la anécdota ocurrió tal y como te la
refirió Fito, ya que mis dos tocayos solían repetirla por separado en bastantes
ocasiones. Te hablo de memoria, pero creo que tu marido incluso se refiere a
ella en el prólogo a la Antología de poemas de Montesinos que en 1995
publicó la Diputación de Sevilla. Conociendo el
cachondeo y la guasa que ambos se gastaban, no me cuesta trabajo imaginar que
Montesinos interrumpiera su discurso ante las autoridades para, señalando una
cualquiera, referirle a su tocayo voz en grito: "Rafaelito, ¿ves esa?, ¿la de la
derecha?... Pues esa es la tuya".
La glorieta -más bien el conjunto de tres de
ellas- existe y no es fabulación literaria. El lugar coincide con los jardines
comprendidos al inicio del paseo Colón, conforme se baja del Puente de Triana en
dirección al centro de la ciudad, y que hoy se rotulan con el nombre de
"Jardines de Rafael Montesinos". Eso sí, la verdadera y exacta palmera de Fito
desconozco cuál puede ser. El jardín -aunque no muy extenso- está plagado de
ellas y cuesta trabajo decidir cuál fue la de la "generosa" ocurrencia
montesina. Sin embargo ya ves, aunque en
este caso no se trate de una farola, al menos te confirmo que una ilocalizada
palmera de aquel jardín no sólo lleva su nombre, sino que también trae bajo su
sombra un título de propiedad.
Por otro lado, me alegra saber que el homenaje en el callejero de Bormujos
no se ha retrasado tanto como suele ocurrir con este tipo de eventos, quedando
finalmente fijado para el 16 de octubre. Ojalá no me coincida con ningún otro
compromiso y pueda acercarme para honrar así la memoria de mi profesor y de este
modo poder acompañaros.
En cuanto al saludo a Marisa, ya se lo he dado y también se pone a tu
entera disposición en todo aquello que necesites.
Sin más, recibe el abrazo -y transmíteselo a Ana- de
Rafael Roblas.".
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