Páginas

jueves, 15 de noviembre de 2012

El Combate de Arjonilla (próxima Recreación Histórica el domingo 18 de noviembre).


El Combate de Arjonilla. Historia de una batalla.

Manuel Jesús Segado-Uceda. Historiador y Cronista Oficial de la Villa de Arjonilla


El Ejército de Castaños que venía desde Utrera y Carmona y el de Reding que venía desde Granada con unos 10.000 hombres se unieron con destino a Andújar con el fin de enfrentarse a los franceses que se encontraban allí replegados. Marchaban fuera de la ruta más transitada para evitar ser detectados por el ejército intruso, avanzaban cuidadosamente por un camino que discurría paralelo, el Cuerpo de Vanguardia dirigido por el Marqués de Coupigny,al que precedía el Cuerpo Volante ó División de Montaña comandado por el Coronel D. Juan de la Cruz Mourgeon.

El día 23 de Junio de 1808 a las tres de la madrugada, el Cuerpo Volante del Coronel Mourgen compuesto de unos 2.000 hombres (Compañía de Cazadores de Guardias Walonas, la de Barbastro la de Voluntarios de Valencia, y Campomayor, las Compañías de Tiradores de Cádiz, las Partidas Sueltas de Valencia, y Campomayor, la del Príncipe de Caballería, Dragones de la Reyna, Usares de Olivencia, Berlín, y
Escuadrones de Carmona), se puso en marcha para ocupar los puestos avanzados de Arjonilla.

No habían avanzado ni tres cuartos de legua  - Legua: Medida itineraria, variable según los países o regiones, definida por el camino que regularmente se anda en una hora, y que en el antiguo sistema español equivale a 5572,7 m.-   (4 Km. aprox.) por el camino del arrecife, el Capitán José de Sanmartín, Comandante de la columna de Vanguardia, comunicó al Coronel Mourgeon que se habían encontrado con una compañía enemiga de Dragones franceses (y no Coraceros, como se anunció en conferencias y publicaciones, allá por el 2008 durante la celebración de los actos del Bicentenario de la Batalla de Bailén, algún investigador local), que al parecer estaban realizando una misión de reconocimiento en territorio arjonillero para averiguar la situación de las tropas españolas; San Martín preguntó ¿Cuál era la orden? El Coronel Mourgeon, le ordenó atacar al enemigo, a lo que respondió con rapidez, pues el enemigo se había replegado. Sanmartín corrió por la trocha, siguiendo el consejo de su guía, ya que si los franceses continuaban la marcha por el camino del arrecife le atajarían más adelante.

Sanmartín iba seguido de la Partida de Campomayor (unidad a pie) a cuyo cargo se encontraba el Subteniente D. Cayetano Miranda, además de la Caballería de Husares de Olivencia y Borbón, que contaba con veintiún caballos. Las tropas españolas continuaron la persecución del enemigo a toda velocidad hasta adentrarse en la Casa de Postas, situada en el paraje de Santa Cecilia. Allí pudieron comprobar que los Dragones franceses se encontraban formados para la batalla, esperando sin duda que los españoles no se decidirían a presentar batalla, algo en lo que se equivocaron pues Sanmartín ordenó el ataque. Comenzó la refriega y en el trasiego del combate, Sanmartín pudo perder la vida de no ser por el soldado Juan de Dios, Cazador de Olivencia que le salvó la vida, ayudándolo a colocarse sobre el caballo y pudiendo rearmarse preparándose de nuevo para la batalla. El ejército español continuó con el ataque con una asombrosa
rapidez y habilidad que desorganizó la formación francesa haciéndolos huir con tal pánico que hasta arrojaban los morriones -Morriones: Prenda del uniforme militar, a manera de sombrero de copa sin alas y con visera, que se ha usado para cubrir la cabeza-.  dejándolos atrás.


Los españoles al ver que el enemigo huía, emprendieron su persecución tratando de alcanzarlos, pero se pudo escuchar que el ejército español tocaba la retirada, a lo que Sanmartín haciendo gala de subordinación, obedeció retirándose rápidamente. El Teniente Coronel Mourgeon ordenó la retirada al ver que bajaban al campo de batalla una Guardia enemiga compuesta al menos por cien caballos, por lo que ordenó al Teniente de Caballería del Príncipe, Don Carlos Lanzarote que con veinte caballos sostuviera a la compañía de Sanmartín por el camino del Arrecife mientras se retiraban.

A la vez, el propio Teniente Coronel Mourgeon se adelantó avanzando por la derecha con el Escuadrón de Dragones de la Reina a cuyo mando se encontraba su Capitán Don Joseph de Torres. El resto de la Columna del ejército español, quedó al mando del Teniente Coronel y Comandante de la Compañía de Cazadores de Guardias Walonas Don Dionisio Bouligni, cuya misión fue tomar posición y proteger el convoy que contenía el equipo y la munición.

Con esta operación, el enemigo se detuvo y no presentó batalla, permitiendo así que Sanmartín pudiera retirarse en orden. Con toda seguridad el oficial francés actuó con criterio adoptando la decisión correcta, ya que la acción táctica y superioridad del ejército español en esta ocasión, habrían provocado una nueva retirada a la tropa gala.

El resultado de la batalla fue el de 17 Dragones muertos y 4 prisioneros en el bando francés, habiendo conseguido huir el Oficial al mando y los restantes soldados de la compañía. Por el lado español sólo se contabilizó 1 Cazador de Olivenza que resultó herido leve, a pesar de que recibieron terribles descargas de tercerolas -Tercerola: Arma de fuego usada por la caballería, que es un tercio más corta que la carabina.- y pistolas. 

Además pudieron coger como botín, 15 caballos en buen estado. En cuanto a los 4 prisioneros que estaban heridos, Sanmartín ordenó conducirlos sobre sus propios caballos.

4 Gazeta Ministerial de Sevilla, de 29 junio de 1808


EDICTO SOBRE LA ACCIÓN DE ARJONILLA
Copia del Edicto Original en el que se informa acerca de los acontecimientos sucedidos en el término municipal de Arjonilla, donde las tropas españolas vencieron a un contingente francés a fecha de 23 de Junio de 1808.

(Transcripción)


EDICTO

RELACIÓN REMITIDA CON FECHA EN ARJONILLA A 23 DE JUNIO, POR el Teniente Coronel D. Juan de la Cruz Mourgen a el Señor Marqués de Coupigni, Comandante de la Banguardia, y este la ha dirigido a esta Suprema Junta.

Al fin tengo la satisfacción de participar a V. S. haber logrado mis deseos. A las tres de la madrugada de este día me puse en marcha dirigiéndome a ocupar los puestos abanzados de Arjonilla, con el Cuerpo de mi mando, compuesto de la Compañía de Cazadores de Guaridas Walonas, la de Balbastro, la de Voluntarios de Valencia, la de Campomayor, las Compañías de Tiradores de Cádiz, las Partidas sueltas de Valencia,
Dragones de la Reyna, Usares de Olivencia, Berlín y Esquadrones de Carmona: puesta en orden la Columna de los de Aldea del Río por el camino del Arrecife y habiendo andado como tres cuartos de legua, me avisó el Capitán Don Joseph Sanmartín, Comandante de la Banguardia, que se había encontrado una descubierta de los enemigos y ¿Qué era lo que debía de hacer? A cuya interrogación contesté, que los atacase, pero
conociendo este Oficial no podía verificarlo ya en aquel momento por haberse puesto los enemigos en huida, determinó hacerlo más adelante, cortándolos por otro camino, según informes de su guía, en el caso de que ellos siguiesen el arrecife: de hecho se dirigió Sanmartín por la trocha, sostenido por la Partida suya de Campomayor, al cargo del Subteniente del mismo D. Cayetano de Miranda, y la Caballería de su mando de
Usares de Olivencia y Borbón, cuya fuerza consistía en veinte y un caballos, con estos pasó con toda velocidad a la Casa de Postas, situada en Santa Cecilia: al llegar a ella vio que los enemigos estaban formados en batalla, creyendo sin duda que Sanmartín no se determinaría a atacarlos pero este valeroso Oficial, teniendo presente únicamente mi orden, puso a la Tropa en batalla y atacó con tanta intrepidez que logró desbaratarlos completamente dexando en el Campo de Batalla diez y siete Dragones muertos y quatro
prisioneros, que aunque heridos hizo conducir sobre sus mismos caballos, habiendo emprendido la fuga el Oficial y los restantes soldados con tanto espanto que hasta sus mismos Morriones arrojaban de temor, lográndose coger en buen estado quince caballos, y los restantes quedaron muertos.

Mucho sintió Sanmartín, y los valientes soldados que le seguían se les fuese el Oficial y resto de Tropa, pero anteponiendo la obediencia a su ambición de Gloria, se detuvo por haber oído tocar la retirada; la qual mandé por haber observado baxaba al Campo de Batalla una gran guardia compuesta de cien Caballos, disponiendo fuese el Teniente de Caballería del Príncipe Don Carlos Lanzarote, con veinte Caballos a
sostener a Sanmartín, por el arrecife, mientras yo me adelantaba por la derecha de este con el Esquadrón de Dragones de la Reyna a el mando de su Capitán Don Joseph de Torres, dexando el del resto de la Coluna al Teniente Coronel y Comandante de la Compañía de Cazadores de Guardias Walonas Don Dionisio Bouligni con la orden de que tomase posición, y cubriese los bagages y municiones, con cuya operación se contuvieron los enemigos, y dexaron retirar con el mejor orden a Sanmartín, aunque con bastante sentimiento de que les hubiese tocado la retirada antes de concluir la acción.

Esta fue tan reñida como se dexó ver por las resultas, y tengo el placer de decir a V. S. no ha habido de nuestra parte más que herido levemente un Cazador de Olivencia, a pesar de haber sufrido nuestra Tropa descargas de tercerolas y pistolas. Sanmartín hace un elogio de los valientes Sargentos, Cabos y Soldados que le acompañaron a esta acción, y entre ellos distingue a el Sargento de Usares de Olivencia Pedro de Martos, y al Cazador del mismo Juan de Dios, quien le libró de la muerte en un inminente peligro de perder la vida, a el Sargento de Caballería de Borbón Antonio Ramos, y a el Soldado del mismo Ignacio Alonso.

Yo no cumpliría con mi deber si no manifestase a V. S. para que lo eleve a nuestro General en Geje, que no me podía ver libre de las representaciones todos los Oficiales, que tengo el honor de mandar, queriendo ser cada uno el empleado en la acción, ó el escudo de su compañero Sanmartín; dichoso yo que puedo contar con Oficialidad tan digna para observar las órdenes de mis Gefes, y que me han dado siempre ejemplo de
valor y fraternidad. = Arjonilla 23 de Junio de 1808. = Juan de la Cruz Mourgen. =

Señor Marqués de Coupigni.

Los que huyen de esta manera son los vencedores de Jena y Austerlitz,¡. Juan Bautista Pardo Srio.

Se trata de la publicación del Informe de Batalla que el Teniente Coronel Don Juan de la Cruz Mourgeón emitió desde Arjonilla, en relación con el memorable combate que mantuvieron las tropas españolas con una partida de Dragones del ejército de Dupont con fecha de 23 de Junio de 1808, al señor Marqués de Coupigni, Comandante de la vanguardia, y que éste último remitiría a la Suprema Junta para su difusión.

El documento fue publicado en la Gazeta Ministerial de Sevilla, el 29 de Junio de 1808, (6 días después de la Acción bélica).

- Fuentes:
-Archivo Histórico Municipal de Arjonilla.
-Archivo Propio del Autor.
-Archivo General Militar de Madrid.

-Bibliografía:
-Rueda Jándula Ildefonso. “Hechos y figuras de la Villa de Arjonilla en el Siglo XIX”. Premio de Investigación Juan del Villar. Marmolejo 1998. -Segado-Uceda Manuel Jesús.: “1808. Arjonilla en Guerra” (inédito).

-Segado-Uceda Manuel Jesús.: “José Francisco de San Martín. De héroe a Proscrito” Iberian, Revista digital de Historia. Nº 2. Diciembre 2011. Especial Biografías, pp. 30-

-Rojas Salcedo A., Morillas García J.: Memorandum. “La campaña de Andalucía de 1808 y el Regimiento de infantería de Córdoba”.

Hemerografía:

-Gazeta Ministerial de Sevilla, de 29 junio de 1808

No hay comentarios:

Publicar un comentario