Cortando y copiando -aunque solo en esta ocasión emulando- el título de una novela de Gabriel García Márquez, "el coronel no tiene quien le escriba", en esta ocasión, sí hemos tenido quien nos regale en San Valentín, ¡ah! No querrás que también te lo diga. Nos han sorprendido con la novela del reciente Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, "El sueño del celta", que paso ahora mismo a iniciar con su primer capítulo -obviamente- "El Congo". "Cuando abrieron la puerta de la celda, con el chorro de luz y un golpe de viento entró también el ruido de la calle que los muros de piedra apagaban".
Es importante que tengas quien te escriba, pero también es importante, como le decía esta tarde a Miguel Ángel piensa paseábamos a los perros, que es importante que dejes huella, que cuando sea tu último día, aunque ya no te enteres, tengas un buen número de personas despidiéndote -lo de las lágrimas es lo de menos, solo importa la cantidad-, pues seguro que más de uno pensarás que el viaje no fue infructuoso, que la vida te deparó buenos momentos, y que aquí quedan una legión de personas que algo, aún pequeño, recuerdan de ti. No pases desapercibido para el mundo. Grita si hace falta. Oponte. Cabreate. Vive. Salta. Imagina. Sueña. Piensa, luego existe. Ten prole que te continúe y te recuerde, no como algunos que lo justifican desde el egoísmo filosófico, y tú ya sabes, Miguel Ángel, a quien me refiero.
Yo, al menos este año, en San Valentín, sí he tenido quien me regale un libro, que para mi siempre será el mejor regalo: conmigo lo tienen fácil en la eleccíón de un presente.
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