El pasado viernes 3 de Diciembre se dieron cita nuestras dos asociaciones de referencia; Caecilia y Reding en el centro geográfico de la comunidad andaluza, la cordobesa localidad de Cabra para realizar diferentes actividades de conmemoración: una sobre la figura de Dionisio Alcalá Galiano, egabrense, del que este año se celebra el 250 Aniversario de su nacimiento. O de su protagonismo en una novela histórica, escrita por un bailenense, Manuel Ozáez y de su relación con una vieja biblioteca ¿por qué apareció un viejo diario del navegante en una vieja biblioteca de Baecula? …en esas estábamos, enfrascados en historias de marinos, libros, guerras y batallas para hablarles a los egabrenses de lo real y de lo literario. De lo divino y de lo humano…
El imponente casino del que ya nos hablaba Juan Valera en Pepita Jiménez sirvió de escenario para la presentación de la novela de Manuel Nicolás Ozáez “Nunca supieron de qué guerra se trataba” una excusa perfecta para viajar a la cercana provincia de Córdoba y conocer de cerca la ciudad que vio nacer a muchos ilustres personajes de la Historia de España como el antes mencionado Dionisio Alcalá Galiano, Martín Belda, Juan Valera, José Calvo Poyatos, Carmen Calvo o el periodista Manolo Lama.
El acto, pues, no podía comenzar en otro sitio que no fuera la casa natal de Alcalá Galiano, junto al Ayuntamiento. Allí Manuel Chacón, vicepresidente de la Asociación Dionisio Alcalá Galiano presentaba a los miembros asistentes, ataviados de época, de la Asociación Reding de Bailén para que dispararan unas salvas de honor junto a la placa que recuerda al caminante, la antigua morada del protagonista real de la batalla de Trafalgar y en lo literario del Diario que da lugar a una importante trama en la novela que esa noche se presentaba.
A las armas, los intrépidos miembros de la Asociación Reding: Troyano, Nico, Fati, y la última adquisición, Barichela. A la bandera y de paisanos María, Mari Carmen y Perea.
Una noche que comenzó con el estruendo de las salvas y que retumbó en las mismas faldas de la Sierra Penibética como eco lejano de los temibles rugidos de los cañones de la batalla de Trafalgar, para que después, los diferentes miembros de la Asociación Reding desfilaran hasta la Sala de los Espejos, marco inigualable donde del resto de actos de la jornada. En la mesa presidencial el presidente del Círculo de la Amistad, Antonio Toro Caballero, nos dio la bienvenida y agradeció nuestra asistencia.
Posteriormente, Miguel Ángel Perea, presidente de la Asociación Caecilia, nos brindó una extraordinaria conferencia sobre la Batalla de Bailén y los prolegómenos de la invasión francesa de Andalucía, apoyado en las nuevas tecnologías, que la hicieron aún más amena. Su presentación la ilustró con decenas de anécdotas y cientos de pormenores, la mayoría desconocidos para el público asistente, y referidos a la Batalla que se libró en Bailén en 1808 y la repercusión posterior que alcanzó.
Manuel Chacón, vicepresidente de la Asociación Dionisio Alcalá Galiano de Cabra, nos narró otros pasajes de la guerra de la Independencia en Cabra, todas ellas interesantes y que nos abren las puertas para que en un futuro no muy lejano, podamos recrear en Cabra sus acontecimientos y hechos históricos más relevantes a través de los grupos de Recreación de Bailén.
El último turno, y quizás el más esperado fue el de Manuel Nicolás Ozáez que narró algunos pasajes de su novela y de su vinculación con Cabra. En una entretenida mesa redonda con el público asistente, estuvo respondiendo las preguntas sobre el libro y su ilustre paisano y marino, Alcalá Galiano.
Como colofón a esa magnífica noche cordobesa la Asociación Alcalá Galiano a través de su presidente Paco Salamanca nos entregó un obsequio por la visita y Antonio Toro Caballero, presidente del Círculo de la Amistad, lugar que sirvió de escenario para estas actividades, nos entregó un libro en el que se narra la historia y vicisitudes de tan antigua institución, ideal escaparate para la obra de nuestro compañero Manuel Nicolás Ozáez.
El broche de oro, como en cualquier acto cultural que se precie, es la copa de vino que se ofrece al finalizar el acto en sí, pues permite la conversación distendida y el acercamiento entre los ponentes y el público, en el incomparable marco del Salón de los Espejos, salón de una belleza especial. Mientras, Manuel Nicolás Ozáez firmaba ejemplares de su libro, y junto a Antonio Miguel Troyano, presidente de la Asociación Cultural Reding, firmaban en el libro de honor de la Institución egabrense. Los demás elucubrábamos con el resto de compañeros y amigos, como el director del periódico “El Egabrense”, que también colaboró en la organización de los actos, con la posibilidad de acometer en un futuro proyectos conjuntos que realcen los vínculos entre dos históricas ciudades, e incluso posibles actos de hermanamientos en la cultura, colaboraciones literarias y otros proyectos que, de llevarse a cabo daremos buena cuenta en estas páginas próximamente.
ASOCIACIÓN CAECILIA y ASOCIACIÓN GENERAL REDING
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